Garantizar un gran rendimiento de las emisiones en directo.
Aunque la transmisión por Internet ofrece más movilidad y menor coste en comparación con la transmisión por satélite, las redes móviles son intrínsecamente inestables. La velocidad de la red fluctúa mucho en función de su utilización, lo que provoca tartamudeos indeseables. Por lo tanto, una sola conexión LTE no es suficiente para garantizar una emisión fluida.
Mantener la producción de medios sin interrupciones.
Independientemente del lugar en el que se filme, los equipos de producción de medios dependen de una transmisión en directo fluida para supervisar y ajustar lo que se filma en la cámara según sea necesario. En estas situaciones, incluso una ligera interrupción podría significar volver a grabar toda la escena desde el principio.
Gestión de costes.
Hacer transmisiones en directo en exteriores con satélite o con una línea fija de Internet dedicada suele suponer un coste importante. Los equipos de comunicación pueden tardar semanas en instalarse y requieren equipos especializados para su cuidado.